Cinco ‘snacks’ coreanos que te escandalizarán

Los mohínes de disgusto de estas chicas coreanas al probar aperitivos muy populares en Estados Unidos como las patatas Lays, los caramelos Warheads o las Poptarts de Kellogg’s casi logran lo mismo que Kim Kardashian enseñando al mundo su bien más preciado: break the Internet. El vídeo en YouTube va camino del millón de visitas gracias a comentarios del tipo “sabe a juguete”, “huele artificial” o “esto te hará gorda”, que dedican a estos aperitivos yanquis las asiáticas.

La cocina coreana es una de las más variadas del mundo, sin duda alguna. Con influencias de la china y la japonesa, presenta peculiaridades en cuanto a las texturas y sabores así como en ciertas costumbres como la de utilizar palillos metálicos. Ahora bien, si algo caracteriza a la dieta coreana es su carácter cien por cien omnívoro. En otras palabras: se lo comen todo, o eso le parece al extranjero. Maldito Estómago se pone extremo y selecciona cinco especialidades coreanas que no serán las más habituales, pero sí las más llamativas. Por algo Andrew Zimmer, de mi amado Bizarre Foods (Comida Bizarra) se marcó en Seúl uno de sus programas más logrados.

1. Sannakji (pulpo crudo)

Un plato con vida propia, como se aprecia en el vídeo, que viene siendo pulpo crudo, entero o en trozos según el tamaño del espécimen, aliñado con aceite de sésamo. Se sirve tan, tan fresco, que los tentáculos todavía se retuercen cuando te los metes en la boca. Pese a la impresión, conviene recrearse en cada bocado y masticarlo a conciencia, no vaya a ser que te atragantes.

2. Bosintang (sopa de perro)

bosintang

Este guisote con perro como ingrediente principal no podía faltar en el post. Se consume en los tres días más calientes del año (sam-bok) y, de acuerdo con la medicina tradicional china, proporciona una gran energía y virilidad. La textura y el sabor de la carne de perro es parecida a la de la cabra, según cuentan porque no he tenido tiempo para el análisis comparativo. De todas formas, nunca se la ha considerado una exquisitez, sino más bien un alimento al que los campesinos recurrían como fuente de proteínas, socorrido también en tiempos de guerra. En la actualidad, la carne de perro es la quinta más consumida en Corea del Sur, por detrás del pollo, el cerdo, la ternera o el pato. Según el país se desarrollaba –en la actualidad está entre los 15 más ricos del mundo– los detractores de la carne de perro han ido en aumento. Para degustar alguna especialidad canina, hay que ir a un restaurante especializado: en Seúl hay unos 530, muchos en los arrabales.

3. Beondegi (crisálidas de gusano de seda)

Foto: 'Bizarre Foods'

Foto: ‘Bizarre Foods’

Un aperitivo propiamente dicho, muy popular en la gastronomía coreana, son estas crisálidas de gusano de seda. Habituales en los puestos callejeros, se preparan hervidas o al vapor y se condimentan con salsa de soja. También se venden en lata y en bares y restaurantes. Con muchas proteínas, comenzaron a comerse como snack durante la modernización de Corea del Sur en los 60, cuando proliferaron las fábricas de seda y los obreros los tenían a mano. Sus defensores dicen que ayudan a combatir el dolor de cabeza y la diabetes.

4. Gaebul (lombrices de mar)

Su forma fálica le ha valido el apodo de “pez pene” y la fama de tener efectos afrodisíacos. En realidad, es una lombriz marina que habita en aguas poco profundas y se considera un manjar en China, Japón y sobre todo en Corea. En la línea de este país de consumir los alimentos de origen animal cuanto más frescos y acabados de sacrificar, mejor, suele comerse en sashimi, es decir cortado y crudo. Según cuentan, sabe a pura agua de mar.

5. Cheonggukjang (dead body soup o sopa de muerto)

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Las sopas son uno de los platos emblemáticos de la cocina coreana: no hay menú que se precie que no incluya una. También los fermentados, así que esta especialidad es típica a más no poder. Su ingrediente principal es el cheonggukjang, una pasta de soja fermentada muy utilizada en esta gastronomía. El período de fermentación es corto –puede hacerse en dos o tres días– por lo que la sopa tiene un olor muy fuerte. Tanto que se ha ganado el apodo de dead body soup o sopa de muerto por cierta leyenda urbana según la cual unos estudiantes coreanos que vivían en Alemania se pusieron a cocinar esta sopa en su piso y los vecinos acabaron llamando a la policía pensando que escondían un cadáver.

P.D.1 En contra de la norma, las fotos no son mías ni de Matilde Hervella. Maldito Estómago no me ha podido mandar a Seúl de enviada especial, aunque ya me gustaría

P.D.2 Os dejo con el capítulo entero de Bizarre Food dedicado a Corea del Sur. No os lo perdáis: no tiene desperdicio

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