La gastronomía francesa, ética y estética de la alta cocina de Occidente. Con esos nombres de platos, franceses sin más, esos tiempos de cocción, como si no hubiera un mañana en el que seguir cociendo, esas presentaciones que apabullan al levantar la campana. Parecía que los gourmets ya se habían desenamorado de lo francés, que Los Pirineos estaban muy cerca después de todo. Pero el afrancesamiento siempre será chic y sólo hay que sentarse a esperar, si lo prefieren en un sillón orejero, cuando se crea la ilusión de que alguna vez dejó de serlo.

Sólo así se explica que, una década después de la muerte de Julia Child, una nueva cocinera, Rachel Khoo, ande a vueltas con especialidades galas en un programa de televisión para extranjeros. Aunque el gran público descubriese a Julia Child en España hace apenas seis años gracias a la película Julie & Julia, donde le daba vida Meryl Streep, en Estados Unidos esta ama de casa, reconvertida en chef televisiva, es toda una celebridad. Pues bien, Rachel Khoo sigue sus pasos divulgando la cocina francesa en el programa The Little Paris Kitchen, emitido por la BBC Two.

Como Child hacía para una audiencia norteamericana, la inglesa Rachel Khoo insiste en que la cocina francesa no es complicada, sino que consiste en pasárselo bien. Risueña y disfrutona, también se formó en el mítico Le Cordon Bleu de París y adora la mantequilla. Y sus colegas franceses la miran por encima del hombro, como a Child y, en general, a cualquiera que no lo sea. “Si te apasiona, incluso siendo inglesa puedes hacer unos pasteles buenísimos”, bromea con ella el panadero Basile Kamir en el segundo capítulo.

Hasta aquí las similitudes. Chica de hoy en día, Rachel Khoo vivió su primera experiencia parisina haciendo de au pair y luego se mudó a la capital francesa a estudiar pastelería. Prepara sus guisos en una cocina minúscula que infunde ánimos al espectador y da nombre a The Little París Kitchen, que combina la preparación de platos con el programa de viajes con París como epicentro.

A diferencia de Child, con una gestualidad más acorde a su metro noventa, todo es delicadeza y detallismo en Rachel Khoo. Cocina enfundada en coloristas vestidos y dulces rebequitas que llevan a comprender que, antes de la gastronomía, se dedicase a la moda. No prescinde del rouge ni para sorber cucharas y ha convertido su piso en un eventual restaurante donde asombra a los parisinos, según dice, con su profesionalidad reinventando clásicos como el boeuf borguignon o la cassoulet hecha sopa.

Aún le queda mucho por demostrar para estar a la altura de Julia Child, que echó los restos en el enciclopédico recetario Mastering the Art of French Cooking —El arte de la cocina francesa—. Sin embargo el de Rachel Khoo es un magnífico comienzo. Recientemente un artículo de la crítica televisiva del Ara, Mònica Planas, recriminaba a TV3 haber relegado este “tesoro” a su canal de deportes (¿!?) y emitirlo sin horario fijo. A la espera que los programadores de la televisión pública catalana se aclaren (o aunque no lo hagan en absoluto) pueden disfrutar de The Little París Kitchen en la web de la BBC y a través de YouTube, además en versión original. Recomiendo hacerlo. Aprenderán de cocina y de París, que tantas veces viene a ser lo mismo.