No todas las noches son noches de bodas, ni todos los días, fiestas de guardar. A veces toca arrancar en una semana que se presenta cuesta arriba, aunque nos invada el espíritu de Astrud.  Y como éste es un blog de cocina, no va a aconsejar hacer capoeira ni abrazarse a ningún árbol. El mal día caerá entre semana, sí o sí, por lo que conviene aprovechar para calzarse un menú de esos que ponen de buen humor instantáneo.

Ambos menús son de restaurantes japoneses y tienen al fideo como hilo conductor. El primero, que ofrece Koku Kitchen, está protagonizado por un ramen exquisito, como anuncia su cartel de neón en la calle Carabassa, en pleno corazón del Gótico de Barcelona. El segundo, Yoi Yoi Gion, abrió hace menos de un año en la Diagonal, cerca de Paseo de Gracia, y se presenta como el primer restaurante especializado en udones de España.

El udon, comida cotidiana de los japoneses, es un tipo de fideo que acostumbra a servirse con un caldo a base de dashi, salsa de soja y mirin, mientras que el caldo de ramen es mucho más consistente. Aunque existen múltiples variedades, el más habitual es el tonkotsu, elaborado a base de huesos de cerdo, que aportan al ramen gelatina y su habitual tono lechoso.

Respecto a los fideos, en los dos restaurantes son caseros: en el Yoi Yoi Gion los elaboran in situ, con una máquina originaria de Japón, mientras que Koku Kitchen los encarga a un obrador artesanal de pasta. Que los fideos no sean industriales, como tampoco la masa de las gyozas, pone el broche de oro al plato.

Koku Kitchen (Carrer d’En Carabassa, 19, 08002 Barcelona. Tlf 93 315 64 11)

Este establecimiento planta cara a toda una institución en la ciudad, el Ramen Ya-Hiro, frente a los antiguos cines Girona, el primero de Barcelona en especializarse íntegramente en ramen. La carta de Koku Kitchen es corta y se basa en tres tipos de ramen: de miso, de soja y picante, todos con base de cerdo, además de dos variedades vegetarianas, una también picante. La propuesta se refuerza con varios entrantes propios de izakaya o taberna japonesa. Yo probé unas estupendas gyozas (empanadillas), a elegir entre las clásicas de cerdo o las vegetarianas: el sunomono -ensalada japonesa aliñada con vinagre- también tenía una pinta estupenda.

El menú del día -11,50 euros- incluye ramen, bebida y postre. Basta y sobra, porque en la opulencia de la parte dulce se nota la mano de los europeos que regentan el local (suecos e irlandeses). Banoffee, un postre típico inglés con plátano y dulce de leche, o Irish biscuit cake (pastel de chocolate con galleta) son algunas de las propuestas más contundentes, aunque siempre puede optarse por la japonesidad de un mochi o un té matcha. Limonada casera y cervezas artesanales catalanas aportan originalidad a la selección de bebidas.

 Pese a que los cocineros no son japoneses, el ramen es impecable. Uno de ellos, Robert, se formó en el Oraga Noodles, una popular barra de ramen en el barrio de Gotanda de Tokio, mientras que Mark y Ross trabajaron en el restaurante Yamamori de Dublín.

Yoi Yoi Gion (Avda Diagonal 383, 08008 Barcelona Tlf 93 124 87 01)

Este restaurante, de decoración minimalista y funcional, combina tapas japonesas -gyozas, karaage o pollo frito y edamame, entre otras- con diferentes especialidades de udones como plato principal. No hay porque comer estos fideos calientes, ahora que se acerca el verano: también existen los udones fríos (hiya udon), que llevan un caldo más fuerte. La carta también incluye udones fritos (yaki udon) y con curry.

El precio del bol de udon depende de qué lleven y oscila entre los 9 y los 15 euros. Yo los probé de cerdo con miso -buenísimos- pero también se pueden enriquecer con tempura, kakiage o fritura de verduras y langostinos o tororo o algas tiernas, por poner algunos ejemplos. Todos los ingredientes son naturales.

Al frente de los fogones está Keiji Ishizusha, que fue durante diez años jugador profesional de fútbol y luego presidió la marca de ropa masculina Wacko Maria. Ahora se embarca en esta nueva aventura, Yoi Yoi Gion, que debe su nombre a una de las festividades más populares de Japón, el Gion Matsuri, que Maldito Estómago tuvo la suerte de visitar el verano pasado.