El chiringuito del verano se toma un respiro hasta el año que viene. Juan y Andrea ha superado la temporada que le convirtió en un fenómeno viral. Sucedió en agosto, ya saben. Ignacio Villalgordo, amante de la buena mesa, veraneaba con su mujer en Formentera cuando tuiteó: “Tourist trap [trampa para turistas]. Sin palabras”, junto con una foto de la cuenta que acababan de endosarle en Juan y Andrea. 337,35 euros por un pescado fresco para dos, una ensalada, una botella de verdejo y poco más. Sólo el pescado, el único precio que no detallaba la carta, les costó 221 euros. Su comentario, con más de 4.400 retuits, catalizó el debate sobre cuánto es razonable pagar por comer a pie de mar.

Dos meses después, los responsables de Juan y Andrea evitan contestar cómo el episodio ha afectado a su negocio. “Desde el restaurante no tenemos ninguna intención de entrar en polémicas ni dar más protagonismo al famoso tuit viral”, explican a Maldito Estómago, recordando que en su día ya emitieron un comunicado. Se reivindican como un restaurante de gestión familiar “como los miles que hay en España”, situado en la playa de Illetas de Formentera.

Ese es su tesoro. La playa de Illetes forma parte del parque natural de Ses Salines, declarado así 24 años después de que el restaurante abriese sus puertas con historia de amor incluida. En 1971, un pescador de Formentera llamado Juan conoce a Andrea y juntos montan un chiringuito en esta playa agreste, cuando aún se podía. “Si viéramos una foto de la playa de Illetas en los años 70 y una actual, no se notaría la diferencia”, recuerdan desde el restaurante: “No se ha edificado la playa, la arena blanca y el agua cristalina son lo mismo: aquí está uno de los encantos de la isla”.

Es del todo cierto. Hasta el punto que Ses Illetes está considerada como la quinta mejor playa del mundo, según Tripadvisor: si vas a Formentera, no dejes de darte un baño. Juan y Andrea fue pionero en ofrecer un servicio de recogida en yates con zódiacs, que hoy ofrecen muchos restaurantes de las Pitiusas. Máximo confort en un entorno privilegiado, ese es el lujo que ofrece el restaurante, más allá de la propuesta gastrónomica. Famosos de todo el globo lo valoran: Robert de Niro, Paris Hilton o Mariah Carey se han sentado a su mesa este verano. No les duele, claro, pagar la cuenta.

Sin embargo, lo que Tripadvisor te da, Tripadvisor te lo quita. Al calor de la polémica  florecieron los comentarios en la web y hoy Juan y Andrea acumula 124 opiniones pésimas y 68 malas, contra 84 excelentes y 78 muy buenas. Uno de los últimos apuntes es el siguiente: “El sitio es fantástico, la comida regular y el precio excesivo. Todo el producto es fresco pero se le podría sacar mucho más partido a la calidad. El precio es para seleccionar a la clientela”.

“No pretendemos justificar nuestros precios, que consideramos acordes a la oferta y la demanda existentes”, se defendió Juan y Andrea en el comunicado que emitieron cuando estalló la polémica. El establecimiento, con presencia en redes sociales y webs de reputación online como Tripadvisor y Foursquare, reaccionó rápidamente. Son conscientes de que “los clientes cada día usan más estas redes y por ello también cada día tienen más repercusión, en general, en los establecimientos turísticos”, según explicaron a Maldito Estómago.

Si bien unos precios altos no perjudican en sí mismos a un restaurante que vende exclusividad –“nuestra propuesta puede no ajustarse a todos los públicos”, recuerdan–  tal vez sí lo haga que se extienda la opinión de que pagar 221 euros por un plato de pescado no vale la pena. El invierno servirá a Juan y Andrea para recuperar la tranquilidad y alejarse del escrutinio público. Al fin y al cabo, sus clientes ya los conocen tras más de 30 años. Aquellos que, como Óscar Wilde, opinan que el lujo es “lo único imprescindible en la vida”. Y pueden y quieren pagarlo.

P.D. Todas las fotografías en blanco y negro pertenecen a la historia de Juan y Andrea, que las ha facilitado para su publicación

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