Cualquier mudanza supone un descalabro y más si abandonas la que fue tu casa durante ocho años y pierdes por el camino la conexión a Internet, todavía no restablecida, y los fogones de la cocina, sin los que viví una semana tan larga como el pleistoceno. Privado de sus dos herramientas básicas, Maldito Estómago se resignó al ocio forzado, además de darse a las latas y a los precocinados y aventurarse por las tascas del barrio en busca de mejores alimentos.

En fin, nada que no sepa el lector soltero. Superada esta etapa ignominiosa y a pocos días de contar con wifi de nuevo, según juran los de Orange, el blog recupera la actividad. Pero no se olvida de las latas que durante esta transición le nutrieron. Y les rinde homenaje con una receta que les saca partido, inspirada por el maestro Martín Berasategui. El elemento principal son los espárragos blancos en conserva, por lo que conviene que sean de una cierta calidad. A parte de esto, pocos secretos: servirla bien fría y asegurarse de que la textura sea cuanto más fina, mejor, libre de los molestos filamentos.

Ingredientes

- 750 g de espárragos escurridos

- 250 ml de caldo de pollo o de gallina

- 125 ml de agua de los espárragos

- 2 yemas de huevo

- 125 ml de nata líquida

- 150 g de taquitos de jamón

Preparación

1. Poner en una cazuela los espárragos con los 125 ml de su propia agua y el caldo de pollo

2. Cocer la mezcla durante unos 20 minutos, hasta que se reduzca más o menos a la mitad

3. Triturar en una batidora de vaso

4. Incorporar las yemas de los huevos junto con la nata líquida

5. Batir de nuevo hasta que quede una textura cremosa y muy fina

6. Probar y poner al punto de sal y pimienta

7. Guardar la crema en la nevera y servir bien fría

8. Acompañar de los taquitos de jamón, previamente tostados en el horno

Consejos prácticos

* Al salpimentar la crema de espárragos recién hecha, es preferible quedarse corto, probarla de nuevo una vez se haya enfriado en la nevera y corregir de sal en caso necesario. A baja temperatura, la crema puede parecer más salada de lo que que se creía en principio

* Los taquitos de jamón son opcionales, pero rompen la monocromía del plato y, al estar tostados, le dan un punto crujiente muy interesante