Crema de alcachofas ‘detox’

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No seré yo quien proponga una dieta que os deje a base de zumos de frutas y verduras durante una semana. Detox o no, esta crema verde militar bien vale para una cena de invierno reconfortante y sana. Condensa lo mejor de las alcachofas, que están de plena temporada y sólo tienen virtudes: ayudan a prevenir enfermedades hepáticas, igual que el té verde, no engordan y son una gran fuente de antioxidantes, entre otras.

Para que esta crema de alcachofas os quede verde clorofila en vez de mutar a un feo tono grisáceo, hay que seguir unos sencillos consejos de Carme Ruscalleda, de quien he adaptado esta receta. En primer lugar, cortar las alcachofas en el mismo momento en que se vaya a cocinar y no antes, para evitar que se oxiden. El viejo truco de echarles un chorrito de limón para que no se pongan negras no sirve en este caso, ya que entonces el sabor ácido se notaría en la crema. Además, cuando se incorpore el agua a las alcachofas y el puerro ya sofritos, ésta debe estar muy caliente –ponerla antes a hervir en otro fogón– para que la cocción no se detenga y se fije tanto el gusto como el color en ese preciso momento.

Como norma general, Ruscalleda recomienda en su libro Receptes antiaging -del que ya hablamos en Maldito Estómago- cocinar sopas, cremas y caldos con agua mineral, libre de metales pesados y demás impurezas del agua del grifo. En este caso, me salté la sugerencia porque no tenía a mano. En su exceso de celo, el libro también aboga por “evitar leer diarios, escuchar la radio o ver la televisión” si lo asocias a “cosas desagradables o negativas”, una indicación que no pienso seguir pese a los disgustos.

Algo que no puede obviarse sin embargo es pasar esta crema, una vez triturada con la batidora eléctrica, por un chino, ese colador cónico que debe su nombre a que recuerda a los sombreros Lejano Oriente. En caso contrario queda una textura muy desagradable, llena de filamentos que se te atraviesan al tragar. Darle al chino -el colador viene acompañado por una maza con forma de cono también- es lo más engorroso que tiene esta receta, por otra parte muy fácil.

Para poner un punto crujiente y colorado a la crema de alcachofas, la acompañé de taquitos de jamón serrano tostados en el horno. Ruscalleda recomienda preparar unos chips de alcachofa, una fantástica idea que da el toque crunch y además no rompe con el vegetarianismo del plato.

Ingredientes

- Un kilo de alcachofas

- Un puerro

- Aceite de oliva

- Sal y pimienta

Preparación

1. Cortar el puerro en juliana

2. Deshechar la parte más dura de las alcachofas (tallo y hojas exteriores, sin exagerar) y cortarlas en láminas muy finas

3. Poner a sofreír el puerro unos dos minutos, sin que se dore

4. Añadir las alcachofas, salpimentar y dejar freír tres minutos más sin parar de remover

5. Cubrirlo con agua bien caliente, que se habrá puesto a hervir al inicio de la preparación en paralelo

6. Triturarlo bien con la batidora eléctrica

7. Pasarlo por el chino

8. Tostar unos taquitos de jamón, ya sea en una sartén o en el horno previamente calentado. Servirlos en un bol a parte como acompañamiento

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