Cuando pensaba que esta receta la iba a guardar en el cajón de las temporadas hasta el año que viene, ¡cual fue mi sorpresa al encontrar higos en una higuera! Ahí fue el intrépido Albert, cesta en mano, a recoger esas frutas rojas salvajes, dulces y un poco caras en el mercado. De higos se me ocurren mil recetas pero, como no soy nada de frutas ni de dulces, siempre tiendo a mezclarlo con algo salado. En el caso de los higos, la combinación es gloriosa.

Primero de todo busca una higuera. Si quieres ir más rápido ves al mercado pero de verdad que no es nada difícil encontrar higueras si sales de Barcelona: en septiembre y octubre están llenas de higos. Sé valiente.

Ingredientes

- Pasta de hojaldre

- Rúcula

- Higos

- Jamón ibérico

- Sal Maldon

- Crema de balsámico

- Aceite

Preparación

1. Corta el hojaldre a cuadraditos para que sea más apetecible comerlo. Pínchalo, no como hice yo que se me hinchó todo.

2. Ponlo en el horno unos 15 minutos dependiendo de la masa. (*Nota para desubicados : ver instrucciones de la masa de hojaldre comprada en el súper. No tiene pérdida)

3. Corta los higos a láminas. Prepara una vinagreta con la sal, el balsámico y el aceite

3- Haz una cama de rúcula sobre el hojaldre, súmale las láminas de higos y añade la vinagreta.

4. Para acabar cubre con el jamoncito que si es ibérico y en virutas mucho mejor.

Y ya la tienes, una torta muy crujiente, buenísima y que da mucho  el pego. ¡Ah! Y por supuesto, el beneficiario y recolector de higos encantado.

Consejo para lerdos:

* Si os parece muy complejo el tema hojaldre, esta ensalada se puede hacer igual con higos, rúcula, jamón y la vinagreta pero lo redondeas añadiéndole un poquito de queso de cabra hecho migajas. Brutal también.