Pues sí, malditos: el blog ha cumplido dos años. Como en toda relación estable, ya he perdido la cuenta de los días que pasamos juntos. Mientras que en el primer aniversario preparé a conciencia dos posts para celebrarlo, esta vez casi se pasa el mes octubre sin acordarme. Lo cual no tiene nada de malo. Significa que Maldito Estómago ya forma parte de mi cotidianeidad, que su cita semanal con los lectores es un imperativo. En definitiva, que ha venido para quedarse.

A medida que Maldito Estómago crece se reafirma en su propósito fundacional: darle a sus seguidores alegría y cosa buena, como la Macarena. En la vida y en el blog, aspiro a hacer lo que me apetezca la mayor parte del tiempo. Aquí puede ser incluso todo el tiempo, porque mando yo y no hay causa mayor que me lo impida.

Por eso el blog se ha abierto cada vez más a contenidos varios sin olvidar sus géneros clásicos: las recetas y la crítica de restaurantes. Sólo el placer me ha llevado a escribir cada vez más de viajes, después de lo que bien que me lo pasé con la serie de Japón que me refrescó aquel agosto de vuelta en Barcelona.

Sin llegar tan lejos –por falta de presupuesto, más que nada– este año he documentado mi descubrimiento de la mejor playa de Mallorca o cómo un mercado puede ser la salvación para un barrio de pasado tan tremendo como Brixton. También he dado consejos para comer en el fin del mundo (el octavo post más visto: el bar O Pirata de Finisterre) y he explicado por qué el paraíso puede ser insoportable con el cercano ejemplo de Cabrera.

Además he viajado en espíritu, es decir, he dejado volar la imaginación con temas más o menos relacionados con la gastronomía que me han parecido interesantes. Es el caso del post que encabeza el top ten de este curso, Cinco snacks coreanos que te escandalizarán, que repasa especialidades chocantes para el paladar occidental como el pulpo-crudo-que-se-retuerce-en-el plato (también llamado sannakji) o la sopa de perro.

En la misma línea están Comer o pasarse al Soylent, un mejunje grisáceo patentado en Silicon Valley como sustitutivo alimentario, o Juego de Tronos y la dieta del cucurucho, sobre por qué la serie ha dejado la comida en un segundo plano para centrarse en otras actividades que en cambio adelgazan. Espero que los seguidores de Maldito Estómago hayan disfrutado como yo con estas disquisiciones o por lo menos sepan perdonármelas.

Y nada más, malditos. Una vez celebrado el cumpleaños, toca seguir trabajando. Quedo como siempre a su disposición: cualquier receta, recomendación o sugerencia serán bienvenidas. Acabo con la clasificación de los diez posts más vistos del año, por si queréis revisitarlos. El décimo, por cierto, fue un regalo: las gachas dulces de la abuela Concha, de Silvia Cruz.

‘Top ten’

1. Cinco snacks coreanos que te escandalizarán

2. ‘Gyozas’ para un domingo con amigos

3. Can Jubany, de la tierra al cielo

4. Es bueno beber agua… ¿de mar?

5. ¿Dónde tomar el vermut?: Espinaler de Vilassar

6. ¿Dónde tomar el vermut?: el Quimet d’Horta

7. Más es más en Can Vallés

8. Comer en el fin del mundo: O Pirata de Finisterre

9. ¿Tan mal se come en Londres?

10. Las gachas dulces de la abuela Concha